"Afuera es noche" - Poli Délano

"Desperté bastante maltrecho, y tras unos revolcones algo dolorosos dejé que la vista se clavara sobre el óleo en la pared frente a mi cama mientras me repetía en silencio -igual que todas las mañanas- las palabras que suponía le estaba diciendo ese marinero, copa en mano, a la pequeña prostituta en la habitación que mira al puerto, donde un barco anclado da señales de aburrimiento. Luego me levanté a buscar la bata para ir al baño del piso a darme una ducha y descargar el organismo de sus inmundicias. Cerré la ventana de mi pieza, que daba a un patio de luz, y corrí la cortina para que ningún impertinente intruseara en mi vida. Saqué una toalla del canasto para la ropa sucia y luego abrí la puerta del closet temiendo que se me viniera encima la linda muñeca inflable que compré cuando rompí con la Maribel, pero la Susy, como la llamé en recuerdo de aquella cálida chinita que conocí navegando, yacía inerte en uno de los compartimentos y no me dio ni la hora. Tomé el cepillo de dientes, el jabón, y emprendí mi primera aventura matinal, aunque era ya cerca del medio día. Debido que a esa hora no tenía competidores para entrar al baño, pude disfrutar del agua tibia y restregué de mi piel una buena parte de la mugre acumulada. Al regresar a la habitación, me crucé con Pati, una de las enanas. Hola Pati, le dije. Hola mi niño, contestó. A mucha gente le está dando la estupidez cursilona de llamar "mi niño" a las personas, cualquiera sea su edad."
Pág. 19

"No me gustaba del todo el rol del marido infiel, pero Susy era una olita de fuego y me transmitió la certeza de que quieras o no, yo tenía que arder en sus llamas, la cosa era sí o sí, como se dice ahora."
Pág. 57



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Mirando para retratar by Juan José Lizama Ovalle is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Chile License.