Don Alejandro
"Como era de esperar, pasé todo el día pensando en Eme. Gracias a ella encontré la historia para esta novela. Debe haber sido hace cinco años, recién vivíamos en esta casa. Hablábamos, todavía en la cama, a mediodía, sobre anécdotas de infancia, como hacen los amantes que quieren saberlo todo, que rebuscan en la memoria historias antiguas para poder canjearlas, para que el otro también busque: para encontrarse en la ilusión de dominio, de entrega"