Pág. 25
"La muerte recompone los papeles según un orden de importancia formal, zurce al instante los desgarrones de las reglas afectivas que uno se ha permitido en vida, y poco importaba que Emanuele fuera lo más parecido a un nieto para la señora A., o que a nosotros, a Nora y a mí, nos gustara considerarnos sus hijos adoptivos. No lo éramos."
Pág. 27
No hay comentarios:
Publicar un comentario