Tan nada
Tan mínimo
Tan cobarde y tan poco convencido de mi misma vida
Tu ausencia me genera dudas... si vivir en el dolor de la imposibilidad de tocarte, o morir con la sensación de haber amado de un modo que no pensé que podía.
Tu ausencia y la soledad, el dolor y la amargura... los amores tienen esto de echar de menos, de extrañar, de llorar, de pensar que la vida se nos ha partido... de que ya no hay retorno, que pase lo que pase ya no seré el mismo de antes.
Si mi soledad hablara, si mi pulso... si el lenguaje fuera más que este límite de palabras de más y de menos.
Si tú estuvieras aquí...
Si tú me abrazaras...
Si tú, y sólo tu me miraras sonriendo...
Si tú... yo solo quiero un lugar. Una oportunidad de reivindicarme, de coger tus desilusiones últimas para echarlas a volar con un soplo de libertad, y mostrarte que soy un hombre que puede llegar allá, hasta el más infinito e inalcanzable de tus sueños, para traértelo junto a nuestra cama, y regalártelo con un beso en la mejilla... dímelo, que yo desde acá, durante cada uno de estos diez día lo escucho: te amo mi amor.