(Propio... intento, ejercicio, prueba)

La vida es una tragedia, salvo cuando estamos borrachos. Con esa frase terminé la última carta que le envié a mi sobrino desde Barcelona. No respondí  ninguna de sus preguntas, sólo me dediqué a divagar por lugares que vengo intentando explorar en esta correspondencia privada, con el afán de escribir algunas memorias.


Pienso a ratos que hago mal con esta comunicación, que corremos el riesgo que mis palabras quemen las ilusiones de Errebé. Él dice que no, cuando lo sugiero. Yo confío en que como adulto tiene la capacidad de entender qué ilusiones valen la pena. Aunque luego advierto que ser adulto jamás trae la sabiduría anhelada, que por el contrario sólo hallamos confusión con el paso de los años, intentando estériles explicaciones del pasado. Henry Miller lo dijo de manera precisa en El tiempo de los asesinos “Es el pasado, no el futuro, lo que nos devora. El futuro siempre ha pertenecido y seguirá perteneciendo al poeta.” Y mientras más adultos, menos poetas y más prosaicos nos volvemos...

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Mirando para retratar by Juan José Lizama Ovalle is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Chile License.