"Enseguida le expliqué, de forma indirecta e implacable (destaco el adjetivo implacable), y en dos palabras, que la generosidad de la juventud era encantadora, pero que no valía nada. ¿Por qué? porque no le cuesta nada, porque aún no ha vivido, por que son, como suele decirse, "las primeras expresiones de la existencia"."
Pág. 42
"Una mujer que ama, sí, que ama, venera hasta los defectos y crímenes de su amado, y éste no necesita justificar las faltas que ella pueda encontrarle. Esto es generoso, pero no es original. A las mujeres siempre les ha perdido una cosa: su falta de originalidad."
Pág. 49
No hay comentarios:
Publicar un comentario